Dolores
González de Quesada –familiarmente, llamada “Tante”- nació en Las Palmas de
Gran Canaria el 12 de junio de 1903. Fue la decimotercera de los hijos de D.
Manuel González y Avilés y de Dña. Concepción de Quesada y Denis.
En 1932 contrae matrimonio con Jacques
Bigourdan Moucher. Nacido
el 2 de agosto de 1887 en Buch de la Reina, Jacques Bigourdan era Agente
Consular de Francia en Las Palmas.
Sus primeros
años de casados, los viven en Tenerife. Hacia 1936, después de dos intentos de
atentados con carta bomba, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia,
traslada a Jacques a África (Camerún, Dakar, Casablanca...). Con ello empieza
una nueva etapa en la vida de Tante.
En África, su
esposo Jacques realiza, como cartógrafo y naturalista, un trabajo científico y
de investigación.
En el año 1937, en las afueras de Casablanca, inician la
construcción de su casa, la “Ferme Terese” con una pequeña reserva de animales
(hienas, leones, macacos...) para su estudio y cuidado.
En Casablanca,
Tante se desplaza todos los lunes, en bicicleta, al Hospital para ayudar a los
españoles en el exilio que estaban enfermos. Les distribuía libros y hablaba
con ellos. Al mismo tiempo da clases de costura y de español. Con su marido
organizan tertulias.
Alrededor de 1950 Jacques es jubilado por enfermedad.
Conforme fue avanzando su ceguera y su enfermedad, requería más de la atención
y cuidados de su esposa. Tante, para poder cuidar de su marido, organizó en su
casa un taller de costura con un grupo de mujeres.
El 27 de junio
de 1954, tras una larga y dura enfermedad, muere Jacques.
Tante permanece un tiempo más en Casablanca. A su regreso a
España, pasa temporadas en Sevilla, en Tenerife y Guamasa.
En sus años de
estancia en África su salud se vio mermada a causa del paludismo. Su
tratamiento le dejó cierta sordera, dolores musculares y otras molestias que
padeció toda su vida.
El 16 de
octubre de 1962, a los 59 años, invitada por el sacerdote y médico, Alfredo
Rubio de Castarlenas y por Juan Miguel González Feria, Tante llega a Barcelona
para iniciar otra nueva etapa. El sacerdote Alfredo Rubio de Castarlenas había
creado la Casa de Santiago para vocaciones adultas al sacerdocio. Era un grupo
de unos doce alumnos con su sobrino Juan Miguel a la cabeza. Su presencia, su
apoyo y calidad como mujer intrépida y de valiente fe tuvo un destacado papel
formador. Los veintisiete años de la vida de Tante dedicada a las vocaciones
sacerdotales fue ejemplar. Supo aportar paz, serenidad, alegría con el
testimonio propio de la “mujer fuerte” que nos habla el Evangelio.
Ella también
acogió y acompañó, desde el primer momento a la asociación Grupo Claraeulalia
que había fundado D. Alfredo Rubio.
Durante varios
años vivió también en Hermosillo (México) donde realizó una gran labor apostólica
ayudando a poner en marcha la Casa de Santiago en esa ciudad y a iniciar allí
la asociación Grupo Claraeulalia. Visitaba y ayudaba a personas solas, ancianas
y enfermas.
Tante fue
humilde y fuerte, con una gran fortaleza del alma, siempre dócil al Espíritu. Con sus silencios llenos
de mensaje de Dios y con sus justas y firmes palabras llegaba a lo más profundo
del ser. Además, Tante sabía escuchar.
Sus actos creaban una atmósfera de suave paz y honda alegría.
Tante murió,
en la Casa de Santiago de Barcelona, el 12 de enero de 1989. Sus restos reposan
en el claustro del antiguo Monasterio de San Jerónimo de la Murtra de
Badalona.