Cultivar la vocación, embellecer el alma
Desde la concepción de que el
lenguaje de Dios es la belleza, comenzamos a poner a punto los edificios de la
Murtra. Mantener y seguir embelleciendo es un trabajo arduo, a veces doloroso y
muchas veces ingrato. Con esto quiero decir que desarrollar la vocación de cada
una requiere realizar actos no tan agradables como pensamos, pero que son parte
importante de ese gran proyecto al que Dios nos ha llamado a realizar. Así como
los edificios, las plantas y la cocina necesitan mantenimiento constante, las
personas también lo necesitamos. No es suficiente decir un día "¡Ah, ¡qué
bien, esta es mi vocación!", y luego con el paso del tiempo perder el
entusiasmo y que todo se desvanezca. Esto requiere un cuidado constante, es una
apuesta diaria por abrazar el desarrollo de nuestra vocación y, por lo tanto,
de nuestro ser.
En el retiro que ofrecemos en Murtra Galilea orientado por Sara Canca, he participado acompañando meditaciones, antes de ir a descansar en la noche. Nunca había guiado una, pues el encuentro con Dios siempre lo hemos realizado muy libremente, en brazos de lo que Dios Padre fuera indicando, sin emplear algún tipo de metodología, así es que en Murtra Galilea siempre hemos realizado ese estar con Dios Padre, sin embargo, hacía falta hacerlo en estos retiros y me puse en ello encomendándome al Espíritu Santo.
Retiro Murtra Galilea - Imagen Mila Bolaño |
Cuando las personas llegan a Murtra Galilea, vienen en busca de una conexión espiritual, una experiencia de paz y calma. En mi opinión, están en busca de un encuentro con un ser superior, una conexión con la energía y la naturaleza. Durante las sesiones de meditación, utilizo este lenguaje para ayudarles a encontrarse a sí mismos y alcanzar esa paz interior tan anhelada. Es esencial que desconecten de las preocupaciones externas y se centren en su propio ser. No busco que entren en sí mismos, sino más bien que se conecten con su realidad presente. En este proceso, trabajo intensamente el perdón, pero no un perdón superficial, sino uno que libere la mochila pesada del rencor instalado en sus corazones.
Hablamos que la persona es cuerpo, mente y espíritu, aquí sí que busco llegar a su interioridad, intento que los participantes se conecten consigo mismos utilizando la metáfora del "pozo interior". Durante la meditación, se les dice que en esos pozos hay "vasos comunicantes" que les permiten vibrar en la misma frecuencia y encontrar una conexión espiritual con la Divinidad o con la espiritualidad que se identifiquen. Al final de la sesión, los participantes expresan su satisfacción y mencionan haber experimentado cosas maravillosas, esto sugiere que la experiencia fue profundamente enriquecedora para ellos.
Durante la meditación, utilizo varias
veces una frase que me ayuda a centrarme cuando estoy en Cartuja alta y es “qué
bien se está aquí”, cuando la mente empieza a pensar en cosas que no debes y te
distraes; esto hace que se cree un clima de bienestar en las personas, dicho
por ellas mismas.
La meditación se hace en el
oratorio y el ambiente ayuda mucho. Una chica se
grabó esta frase en su mente y me ha escrito que le da sensación de bienestar, calma y paz
interior. Cada vez que está baja de ánimo cierra los ojos y repite la frase
“Qué bien se está aquí”, en silencio, en voz baja o a pleno pulmón, le trae
recuerdos que se traducen en una sonrisa. ¡Qué cosa tan bonita!
También quiero compartir cómo las meditaciones han contribuido en que las personas encuentren su vocación, y es verdad que cuando se hace introspección, te miras pausadamente sin prisa y puedes entrever tu vocación, pero si vas por la vida agitada lógicamente es complicado; estar en estado de calma para tomar decisiones sanas. Meditar y hacer un análisis de tu propósito de vida te posibilita encontrar tu vocación.
Para acompañar a otras personas a
que descubran su vocación, creo que es fundamental que nosotras abracemos la
nuestra. Es imprescindible revisar nuestra realidad a partir del encuentro con
Dios padre en soledad y silencio. Además, sentirnos acompañadas de Jesús en
nuestra convivencia familiar y contrastar lo experimentado en soledad y
silencio con nuestros hermanos, eso creo que es imprescindible para que podamos
llevar la vida que llevamos en Murtra Galilea, de lo contrario, este tipo de
actividades no funcionan.
Para nosotras son muy importantes
estos retiros, les hablamos desde la fe y desde la experiencia que tenemos de
un Dios amoroso y cercano.
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Encuentro Colegiata Nuestra Señora del Cielo
Septiembre 2023
Ser cuidadas y cuidar nuestra vulnerabilidad y descalcez como mujeres colegiadas. Compartimos en esta entrega el material audiovisual del 6° y último día del encuentro.
Ser cuidadas y cuidar nuestra vulnerabilidad y descalcez como mujeres colegiadas. Compartimos en esta entrega el material audiovisual del 6° y último día del encuentro.
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