La ternura, signo visible del amor de Dios
En la Sagrada Escritura la misericordia, la compasión y la
ternura están íntimamente ligadas y tienen su culmen en el amor. Es como si se
tratara de una dulce trinidad en donde la una sin las otras no pueden ser. De
hecho, sin misericordia no hay compasión y sin ternura no hay
misericordia.
Me viene a la mente el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo;
juntos son una unidad indivisible y, sin embargo, cada uno íntegro y completo.
El Padre, la infinita misericordia, el Hijo, la entrega total y el Espíritu
Santo, la ternura que emana del eterno amor del Padre y el Hijo.
Cuando pienso en mis experiencias de ternura profunda no
puedo evitar pensar y sentir el amor; ese que te descoloca y te cimbra por
dentro. Desde la entrega incondicional de mis padres y mi hermano. Hasta el
loco amor que siento por mi hija, pasando por supuesto por el amor a mi
compañero de vida y mis amigos.
Son muchos los momentos que me han tocado el alma por la
ternura. Pero nombraré dos.
Cuando nació Irene mi hija yo estuve muy grave y al darla a
la luz, casi inmediatamente se la llevaron y apenas pude verla. Pero en esos
breves instantes, cuando la vi por primera vez - de perfil mientas yo estaba
acostada debatiéndome entre la vida y la muerte -, vi sus ojos, su indefensión,
su tamañito y su grandeza. En ese momento sentí en la piel que todo el dolor,
mi entrega y mi sufrimiento por la vida que estaba dándole valían absolutamente
la pena. Por el simple hecho de verla existir mi corazón estallaba de amor y
ternura.
La ternura es el amor que emana del corazón de Dios, así que si todos la sentimos es porque participamos de ese gran don.
San José participó de ese corazón enamorado y lleno de amor, María al pie de la cruz, viendo morir a su Hijo también. Y cada uno de nosotros, al dar la vida, al amar y al entregarnos, participamos de esa ternura que es la más fina caricia que podemos dar y recibir unos a otros. Tanto en los momentos dolorosos como en las alegrías más grandes. De lo que se trata, simple y complejamente es de amar con misericordia y entrega divinas.
Fuente: Pliego Tante No. 183
https://pliegotante.blogspot.com/
MEDITACION
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