EL DON DE LA GRATUIDAD
Gratuidad es una cualidad de la salvación que Dios ofrece a los hombres. Nos da su amor y su vida, noS ofrece su gracia santificadora, nos brinda su protección providente sólo por amor y de forma plenamente gratuita, es decir como gracia misteriosa suya. “Todos pecaron y todos recibieron gratuitamente de Dios la justificación.” (Rom. 3.24).
Me solicitan hablar
desde el 4M (cuarto mandamiento), en donde desde nuestro mundo, nos es tan
difícil, ayudar a los adultos. Estas personas que a pesar de los defectos
tienen enormes lecciones de vida.
Hoy las personas jóvenes tienen todas las opciones posibles, donde pueden
obtener información, compartir por vía virtual, y sobre todo divertirse.
Pero esta sucediendo el
fenómeno del abandono del adulto, en donde no podemos valorar su presencia, los
hemos dejado en la soledad y no lo cuidamos.
Es necesario darnos
tiempo para ver nuestro origen, darnos cuenta de que sin ellos no existiríamos,
y no lo pensamos por la forma en que vivimos, rápida, y sobre todo sin analizar
nuestro entorno.
Me gustaría hablar de
lo que significa ser adulto, desde un contexto actual, y dejar la parte
emocional para otro momento. En donde vemos el adulto como una carga, un
estorbo, donde no produce y por lo tanto lo tenemos que sostener familiar y
económicamente.
Como en el pasado
hablar de sobrevivencia era poco probable, porque la edad máxima eran 60-65
años, no había problema, pero actualmente hay sobrevidas de 90-100 años, por el
apoyo de la tecnología y la medicina, nos hemos dado cuenta de que no nos
ocupamos de ese aspecto, no lo prevenimos, no había la cultura del
envejecimiento como tal la conocemos ahora.
Los países más
desarrollados, ya la han ido implementando, pero, aun así, es un problema que
aumenta en el sentido económico y de vivienda.
Tenemos una oportunidad
valiosa de reconocer lo que ellos significan para nosotros y no lo hacemos,
vemos a el adulto como un ser que ocasiona muchos problemas dentro de casa, hay
que estar pendiente de él, hay que tomar en cuenta sus necesidades y “tengo tan
poco tiempo” las prisas de el hoy, no me dejan valorar lo que si es valioso su
presencia.
Cuando hablamos de
cuidar a nuestros adultos, nos vamos con la idea de que son los enfermos, los
que se encuentran en asilos o en estancias, pero de lo que hablamos son de nuestros
adultos, de nuestros, padres, abuelos tíos, que van hacia una tercera edad.
Hay que ir creando un
ambiente amigable, hay que pensar en ellos, hay que construir con criterios de
inclusión, hay que crear lugares donde se pueda convivir intergeneracionalmente,
no excluirlos, hay que ampliar la cultura gerontológica en todos los niveles,
donde desde los pequeños sepan reconocer a los adultos, y conocer sus cambios
biológicos, psicológicos y espirituales.
Ilustracion Kali Ciesemier New York Times 19/12/2015 |
Tenemos que valorar
que, si no cambiamos nuestra manera de actuar en este momento, tendremos en
poco tiempo una tercera edad dependiente, sola, y con muchos problemas para
protegerlos, porque si no los hemos visto cómo podemos ayudarlo.
Y es aquí donde el don
de la gratuidad puede obrar en nosotros, cuando de manera plena, libre y
consciente me de cuenta del maravilloso Don que tengo que es la existencia
misma, la cual desde ya, tengo que incluirla en mi lista de propiedades y una
de ellas es la responsabilidad del cuidado de la persona, y con ella, al
aprender a cuidarlos, podemos ver la belleza que nos rodea, sin los peros
actuales.
Veamos a los adultos
como esa oportunidad de vida diaria de amarlos, y con ello estaremos sembrando
a futuro en nuestra familia, cuando hagamos planes pensemos en incluir a todos
los integrantes de la familia, y ello nos ira aportando esa gama de valores que
hemos perdido por dejarlos a un lado de nuestra vida.
Retomemos ese momento
maravilloso del recuerdo y veremos que gran oportunidad hemos dejado pasar, y
verán que bello es vivir en la inclusión llenos de amor y de oportunidad de
servicio.
El adulto es toda una gama de oportunidades de experiencia, que no queremos ver, porque a nuestro criterio ya esta obsoleto, por ello lo desechamos, pero la realidad es que si nos diéramos tiempo de oír sus relatos, sería una gran experiencia de vida.
Maria Bertha Covarrubias Manrique
Médico Geriatra especialista en logoterapia y tanatología
Miembro de la Colegiata de Ntra.Sra. del Cielo
Hermosillo - México
Fuente: Pliego Tante Bigourdan No.150 – Julio 2021
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